Esta salsa, nos sirve
para varias recetas: pasta, carne, arroz,... Es bastante fácil y podemos
tenerla en el congelador. El primer uso que le he dado, ha sido para
cocinar unas albóndigas caseras, añadiéndole un poco de agua, para que se cuezan, ya que queda bastante espesa.
*Incluso la podemos aligerar con nata o leche evaporada*
Para unos 2,5 litros de salsa:
-2 kg. de berenjenas
-2 cebollas
-1 diente de ajo
-4 cucharadas de aceite de oliva
-600 ml. de tomate frito
-sal y pimienta
-pizcas de comino, albahaca y pimentón dulce
Lavamos las berenjenas y las picamos en cuadrados.
Las ponemos en una olla sin nada de aceite y dejamos que se asen, removiendo de vez en cuando, hasta que estén blanditas.
*Las berenjenas son esponjas y absorven el aceite, de esta manera se asan y sueltan su propia agua*
Ahora sí, añadimos
un poco de aceite y el ajo picado, removemos y agregamos el pimentón
dulce y la cebolla en juliana. Dejamos que se cocine el conjunto hasta
que esté blandito.
Incorporamos el tomate frito y trituramos .
Agregamos las hierbas y especias, probando hasta dejarla a nuestro
gusto. Podemos incorporar un poco de miel si nos resulta amarga, en mi
caso no hizo falta.
Metemos en botes
esterilizados. Cerramos y los ponemos hacia abajo para que haga el
vacío. Así se conserva varios días en la nevera, aunque yo la meto en el
congelador directamente. Para descongelar, dejarla en la nevera de un
día para otro.
Con lo que quedó en la cazuela, hice el guiso de albóndigas:
Albóndigas: 1 kg. de carne picada ternera/cerdo, media barra de pan remojada en leche y un huevo. Salpimentamos, especiamos a nuestro gusto y formamos bolitas que freímos en un poco de aceite para sellarlas (yo no las enhariné).
Agregamos una pizca de agua a la salsa, lo justo para cubrir e incorporamos las albóndigas, dejamos cocinar 20 minutos a fuego lento moviendo la cazuela para no romper las albóndigas. Dejamos reposar.
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Se forma una espuma que eliminamos |
En este caso, las puse sobre un lecho de
arroz basmati con setas. El arroz basmati, fue cortesía de
Dacsa y es de los más aromáticos que he probado y han sido unos cuantos, porque me encanta. El punto de cocción queda ideal. Además se puede congelar una vez hecho y saltear con una pizca de aceite, con muy buen resultado.