Gambas al ajillo (con aceite a la guindilla)
Una tapa sencilla de hacer pero no por ello menos rica. La receta original lleva guindilla cortada el finas láminas, pero yo no tenía, así que utilicé un aceite de oliva virgen extra a la guindilla que tenía esperando a ser rescatado de la despensa. No quedaron muy picantes y la salsita que se formó es merecedora de un buen pan.
-400 g. de gambas peladas congeladas
-2 dientes de ajo picados
-4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra a la guindilla
-sal
Descongelamos las gambas de un día para otro en la nevera.
Las enjuagamos y secamos con papel de cocina.
Sofreímos los ajos con el aceite unos segundos para que no se quemen.
Incorporamos las gambas y sofreímos a fuego fuerte hasta que cambien de color, removiendo.
Estas se hicieron en un minuto.
Con esta receta participo en la iniciativa de Thermofan 1 +/- 100, desperdicio 0, donde todo el que quiera participar puede aportar recetas de aprovechamiento, cuidando así de nuestro planeta.
Hola Marián. No conocía ese aceite pero el toque de guindilla le va especialmente bien a las gambas. Un rescate perfecto y un plato rápido y bien rico.
ResponderEliminarEste mes vamos a tope en 1+/100 y yo feliz.
Muchas gracias y besos. Cuidaos.
Sera una tapa sencilla, pero para mi me parece de lujo. ¡Buenísima!
ResponderEliminarUn saludo.
¿Pues sabes que tengo aceite de guindilla casero y que nunca se me ha ocurrido utilizarlo para las gambas? Siempre las hago añadiendo una pimienta de cayena de las de mi huerta, pero para la próxima utilizaré el aceite, que dicho sea de paso uso poco y así le voy dando salida.
ResponderEliminarUn beso y que tengas un buen fin de semana.
genial, qué ricas, seguro que quedan delciosas!! Un beso
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